PIÑA DE SECUOYA

Esta fósil de piña de secuoya de 50 millones de años de edad muestra claramente que las secuoyas permanecieron iguales por millones de años. Este y otros ejemplares de “fósiles vivientes” proclaman abiertamente que la evolución nunca sucedió. Todas las afirmaciones darwinistas sobre la evolución son nulas y están basadas en una gran mentira. La evolución está desprovista de evidencias. Los darwinistas no ofrecen pruebas científicas para las innumerables afirmaciones que han propuesto. Los seres vivientes no han sufrido una evolución; Dios los creó a todos tal cual los conocemos.

DEVAMINI GÖSTER