HOJA DE ALAMO

Esta especie fósil evidencia que los álamos siempre fueron álamos a lo largo de unos 50 millones de años. El hecho de que no hayan sufrido ningún cambio en todo ese tiempo, revela que nunca existió ningún proceso evolutivo y que la teoría de la evolución no es más que un engaño. El universo, con todo lo que contiene, es la obra de Dios Todopoderoso.

DEVAMINI GÖSTER